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Hiperinflación
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En economía, la hiperinflación es una inflación muy elevada, fuera de control, en la que los precios aumentan rápidamente al mismo tiempo que la moneda pierde su valor.
Definiciones formales varían de una tasa de inflación de 100% a lo largo de tres años, a inflación mayor de 50% al mes, según Philip Cagan.
En uso informal, el término con frecuencia se aplica a tasas mucho más
bajas. Como regla general, la inflación normal se anuncia cada año,
pero la hiperinflación con frecuencia se anuncia para periodos mucho
más cortos, como cada mes.
La definición usada por la mayoría de economistas es "un ciclo
inflacionario sin tendencia al equilibrio". Se origina un círculo
vicioso en el que se crea más y más inflación con cada repetición del
ciclo. Aunque existe debate acerca de las causas últimas de la
hiperinflación, se hace visible cuando hay un aumento imparable del
suministro de dinero o una degradación drástica de la moneda, y se
asocia con frecuencia con guerras (o sus consecuencias), depresiones
económicas, y trastornos sociales o políticos.
//
Características [editar]
En 1956, Philip Cagan escribió La dinámica monetaria de la hiperinflación,[1]
considerado generalmente como el primer estudio serio de la
hiperinflación y sus consecuencias. En él, definió hiperinflación como
una inflación mensual de al menos el 50%.
La Norma Internacional de Contabilidad 29[2] describe cuatro signos que indican que una economía podría encontrarse en hiperinflación:
1. La población general prefiere mantener su riqueza en bienes no
monetarios o en una moneda extranjera relativamente estable. Cualquier
cantidad en moneda local es inmediatamente invertida para mantener
poder adquisitivo.
2. La población general considera cantidades monetarias no en
términos de moneda local, sino en términos de una moneda extranjera
relativamente estable. Es posible que los precios se fijen en moneda
extranjera.
3. Las ventas y compras a crédito se realizan a precios que
compensan por la pérdida anticipada de poder adquisitivo durante el
periodo crediticio, incluso si este periodo es corto.
4. Los tipos de interés, salarios y precios se vinculan a un índice
de precios y la inflación cumulativa durante tres años se acerca, o
excede, el 100%.
Causas últimas de hiperinflación [editar]
La principal causa de hiperinflación es un aumento rápido y masivo
de la cantidad de dinero que no se encuentra apoyado por crecimiento en
la producción de bienes y servicios. Esto resulta en un desequilibrio
entre la oferta y la demanda de dinero
(incluyendo moneda y depósitos bancarios), acompañado por una completa
pérdida de confianza en el dinero, similar a situaciones en las que los
clientes de un banco retiran su dinero simultáneamente. La aprobación
de leyes de moneda de curso legal y controles de precios para evitar la
pérdida de valor del papel moneda relativo al oro, plata, moneda o
mercancías, fracasa en forzar la aceptación de un papel moneda que no
tiene valor intrínseco. Si la entidad responsable de imprimir moneda
promueve la imprenta excesiva de dinero, con otros factores
contribuyendo un efecto reforzatorio, la hiperinflación normalmente
continúa. Con frecuencia la entidad responsable de imprimir moneda no
puede físicamente imprimir papel moneda más rápido que la velocidad a
la que se está devaluando, así neutralizando sus intentos de estimular
la economía.[3]
La hiperinflación se encuentra generalmente asociada con el papel
moneda porque los medios para aumentar el suministro de papel moneda es
el más simple: añadir más ceros a las placas e imprimir, o incluso
estampar viejos billetes con nuevos números. Ha habido numerosos
episodios de hiperinflación, seguidos de un regreso a la "moneda dura".
Algunas economías en el pasado revertían a moneda dura y al trueque
cuando el medio en circulación se devaluaba en exceso, generalmente
después de una retirada precipitada del depósito del valor.
La hiperinflación efectivamente elimina el poder adquisitivo de
ahorros públicos y privados, distorsiona la economía en favor de un
consumo extremo y la acumulación de bienes reales, causa la fuga del
país de la base monetaria, y hace del área afectada anatema para la inversión. La hiperinflación se trata con remedios drásticos, tanto imponiendo una terapia de choque
de reducción del gasto público como alterando la base de la moneda. Un
ejemplo de lo último es poner la nación en cuestión bajo un consejo
monetario como el de Bosnia-Herzegovina en 2005, el cual permite al
banco central imprimir sólo la cantidad de dinero que tiene en reservas
de moneda extranjera. Otro ejemplo es la dolarización de Ecuador oficialmente iniciada en septiembre de 2000 en respuesta a la pérdida de un masivo 75% de valor del sucre
a principios de enero de 2000. La dolarización es el uso de una moneda
extranjera (no necesariamente el dólar estadounidense) como unidad
monetaria nacional.
Las consecuencias de la hiperinflación son igualmente complejas.
Como la hiperinflación siempre ha sido una experiencia traumática para
el área que la sufre, el siguiente régimen casi siempre instaura
políticas para evitar su reaparición. A menudo esto implica hacer que
el banco central sea muy agresivo en mantener la estabilidad de precios
como es el caso del Bundesbank
alemán, o moverse hacia alguna base monetaria dura tal como un consejo
monetario. Muchos gobiernos han aprobado controles extremadamente
estrictos de precios y salarios a consecuencia de la hiperinflación, lo
que es, en efecto, un forma forzada de ahorro.
Modelos de hiperinflación [editar]
Al ser la hiperinflación visible como un efecto monetario, los
modelos de hiperinflación se centran en la demanda de dinero. Los
economistas ven tanto un rápido aumento en el suministro de dinero como
un aumento en la velocidad de intercambio del dinero si la inflación no
se para. Cualquiera de estas dos, o ambas, son las causas últimas de
inflación e hiperinflación. Un aumento dramático en la velocidad de
intercambio del dinero como la causa de hiperinflación es central al
modelo de hiperinflación de "crisis de confianza", donde la prima de
riesgo que los vendedores demandan por el papel moneda sobre el valor
nominal aumenta rápidamente. La segunda teoría es que hay un aumento
radical en la cantidad de medio de cambio en circulación, que puede ser
denominado el "modelo monetario" de hiperinflación. En los dos modelos,
el segundo efecto se deriva del primero: poca confianza que fuerza un
aumento en el suministro de dinero, o demasiado dinero que destruye la
confianza.
En el modelo de crisis de confianza, un evento, o serie de eventos,
tal como una derrota militar o un pánico sobre las existencias de la
materia que respalda una moneda, elimina la creencia de que la
autoridad emisora de dinero, tanto un banco como un estado, se
mantendrá solvente. La gente prefiere gastar a conservar billetes que
pueden perder todo su valor. Los vendedores, dándose cuenta de que
existe un riesgo mayor sobre la moneda, demandan una prima cada vez
mayor sobre el valor original. De acuerdo con este modelo, la forma de
acabar con la hiperinflación es cambiar el respaldo de la moneda,
frecuentemente emitiendo una completamente nueva. La guerra es una
causa común frecuentemente citada de crisis de confianza,
particularmente una derrota militar, como ocurrió en la Viena napoleónica;
otra es la fuga de capital, a veces debido a un "contagio". De acuerdo
con esta perspectiva, el aumento en el medio en circulación es el
resultado de un gobierno que está tratando de comprar tiempo sin tratar
la causa última de la propia pérdida de confianza.
En el modelo monetario, la hiperinflación es un ciclo de
realimentación positivo de expansión monetaria rápida. Tiene la misma
causa que otros tipos de inflación: las instituciones emisoras de
dinero, centrales o no, producen moneda para pagar una espiral de
gastos, con frecuencia debido a una política fiscal
descuidada, o a gastos militares en aumento. Cuando los vendedores
perciben que la entidad emisora se ha comprometido a una política de
rápida expansión monetaria, suben los precios para cubrir la caída
esperada del valor del dinero. La entidad emisora debe entonces
acelerar su expansión para cubrir esos precios, lo que reduce el valor
de la moneda de forma más rápida. De acuerdo con este modelo la entidad
emisora no puede prevalecer y la única solución es parar abruptamente
la expansión de la moneda. Desafortunadamente, el fin de la expansión
puede causar un severo trauma financiero a aquellos que usaban la
moneda al ajustarse las expectativas de forma repentina. Esta política,
combinada con reducciones de pensiones, salarios y gastos
gubernamentales, formaban parte del consenso de Washington de los años 90.
Hiperinflación en América Latina y Africa de la década de los 1970-1980 [editar]
La hiperinflación en Latinoamérica nunca ha alcanzado esas tasas
extremas, pero ha resultado ser más perdurable. La tasa media de
inflación anual durante el período 1972-1987 fue del:
No fueron las propuestas estructuralistas sino las clásicas
(restricción monetaria y contención del gasto público) las que
consiguieron dominar la hiperinflación, aunque con consecuencias
difíciles para la población de esos países. De hecho, como consecuencia
de algunas políticas antiinflacionistas excesivamente rígidas, a
finales de los años ochenta se llegaron a producir en varios países
latinoamericanos (Argentina y Perú,
entre otros) motines espontáneos con asalto de muchedumbres procedentes
de los barrios más pobres a tiendas de alimentación. La cultura popular
en México atribuye la derrota del Partido Revolucionario Instutucional (PRI)
en las elecciones del año 2000 en parte a las malas políticas
presidenciales ante la inflación y devaluación que azotaron ese país en
1994 bajo la presidencia de Ernesto Zedillo Ponce de León.
Hiperinflación durante la I y la II Guerra Mundial [editar]
Después de la I Guerra Mundial, que causó el caos en la economía
mundial, se llegó a un acuerdo por el que se obligó a los vencidos a
indemnizar a los vencedores. Esta fue una de las causas de la
hiperinflación en Alemania que alcanzó la cifra de 1.000.000.000.000%
en 1923 durante la República de Weimar.
El efecto Olivera-Tanzi [editar]
La inflación también afecta el valor real de la recaudación
tributaria cuando hay rezagos significativos en la recolección de
impuestos. El problema es que la obligación se define en una
determinada fecha, pero el pago se hace después. En muchos países no
existe un mecanismo que conserve el valor real de la obligación
tributaria durante el rezago. En consecuencia, un aumento de la tasa de
inflación durante este periodo reduce el valor real de la recaudación
tributaria. Este fenómeno se conoce como el efecto Olivera-Tanzi y
puede convertirse en un círculo vicioso. El aumento del déficit fiscal
provoca un alza en la inflación, la que a su vez reduce el valor de la
recaudación tributaria; la reducción de esta última aumenta el déficit
fiscal, y así sucesivamente. Este proceso puede producir
desestabilización. De hecho, contribuyó de manera importante en muchos
de los casos de altas tasas de inflación experimentadas por los países
en desarrollo durante los años ochenta.
Referencias [editar]
Entonces, en la argentina de hoy, no cabe otra que considerarnos en hiperinflacion y actuar!!!!
Hiperinflación
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En economía, la hiperinflación es una inflación muy elevada, fuera de control, en la que los precios aumentan rápidamente al mismo tiempo que la moneda pierde su valor.
Definiciones formales varían de una tasa de inflación de 100% a lo largo de tres años, a inflación mayor de 50% al mes, según Philip Cagan.
En uso informal, el término con frecuencia se aplica a tasas mucho más
bajas. Como regla general, la inflación normal se anuncia cada año,
pero la hiperinflación con frecuencia se anuncia para periodos mucho
más cortos, como cada mes.
La definición usada por la mayoría de economistas es "un ciclo
inflacionario sin tendencia al equilibrio". Se origina un círculo
vicioso en el que se crea más y más inflación con cada repetición del
ciclo. Aunque existe debate acerca de las causas últimas de la
hiperinflación, se hace visible cuando hay un aumento imparable del
suministro de dinero o una degradación drástica de la moneda, y se
asocia con frecuencia con guerras (o sus consecuencias), depresiones
económicas, y trastornos sociales o políticos.
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Características [editar]
En 1956, Philip Cagan escribió La dinámica monetaria de la hiperinflación,[1]
considerado generalmente como el primer estudio serio de la
hiperinflación y sus consecuencias. En él, definió hiperinflación como
una inflación mensual de al menos el 50%.
La Norma Internacional de Contabilidad 29[2] describe cuatro signos que indican que una economía podría encontrarse en hiperinflación:
1. La población general prefiere mantener su riqueza en bienes no
monetarios o en una moneda extranjera relativamente estable. Cualquier
cantidad en moneda local es inmediatamente invertida para mantener
poder adquisitivo.
2. La población general considera cantidades monetarias no en
términos de moneda local, sino en términos de una moneda extranjera
relativamente estable. Es posible que los precios se fijen en moneda
extranjera.
3. Las ventas y compras a crédito se realizan a precios que
compensan por la pérdida anticipada de poder adquisitivo durante el
periodo crediticio, incluso si este periodo es corto.
4. Los tipos de interés, salarios y precios se vinculan a un índice
de precios y la inflación cumulativa durante tres años se acerca, o
excede, el 100%.
Causas últimas de hiperinflación [editar]
La principal causa de hiperinflación es un aumento rápido y masivo
de la cantidad de dinero que no se encuentra apoyado por crecimiento en
la producción de bienes y servicios. Esto resulta en un desequilibrio
entre la oferta y la demanda de dinero
(incluyendo moneda y depósitos bancarios), acompañado por una completa
pérdida de confianza en el dinero, similar a situaciones en las que los
clientes de un banco retiran su dinero simultáneamente. La aprobación
de leyes de moneda de curso legal y controles de precios para evitar la
pérdida de valor del papel moneda relativo al oro, plata, moneda o
mercancías, fracasa en forzar la aceptación de un papel moneda que no
tiene valor intrínseco. Si la entidad responsable de imprimir moneda
promueve la imprenta excesiva de dinero, con otros factores
contribuyendo un efecto reforzatorio, la hiperinflación normalmente
continúa. Con frecuencia la entidad responsable de imprimir moneda no
puede físicamente imprimir papel moneda más rápido que la velocidad a
la que se está devaluando, así neutralizando sus intentos de estimular
la economía.[3]
La hiperinflación se encuentra generalmente asociada con el papel
moneda porque los medios para aumentar el suministro de papel moneda es
el más simple: añadir más ceros a las placas e imprimir, o incluso
estampar viejos billetes con nuevos números. Ha habido numerosos
episodios de hiperinflación, seguidos de un regreso a la "moneda dura".
Algunas economías en el pasado revertían a moneda dura y al trueque
cuando el medio en circulación se devaluaba en exceso, generalmente
después de una retirada precipitada del depósito del valor.
La hiperinflación efectivamente elimina el poder adquisitivo de
ahorros públicos y privados, distorsiona la economía en favor de un
consumo extremo y la acumulación de bienes reales, causa la fuga del
país de la base monetaria, y hace del área afectada anatema para la inversión. La hiperinflación se trata con remedios drásticos, tanto imponiendo una terapia de choque
de reducción del gasto público como alterando la base de la moneda. Un
ejemplo de lo último es poner la nación en cuestión bajo un consejo
monetario como el de Bosnia-Herzegovina en 2005, el cual permite al
banco central imprimir sólo la cantidad de dinero que tiene en reservas
de moneda extranjera. Otro ejemplo es la dolarización de Ecuador oficialmente iniciada en septiembre de 2000 en respuesta a la pérdida de un masivo 75% de valor del sucre
a principios de enero de 2000. La dolarización es el uso de una moneda
extranjera (no necesariamente el dólar estadounidense) como unidad
monetaria nacional.
Las consecuencias de la hiperinflación son igualmente complejas.
Como la hiperinflación siempre ha sido una experiencia traumática para
el área que la sufre, el siguiente régimen casi siempre instaura
políticas para evitar su reaparición. A menudo esto implica hacer que
el banco central sea muy agresivo en mantener la estabilidad de precios
como es el caso del Bundesbank
alemán, o moverse hacia alguna base monetaria dura tal como un consejo
monetario. Muchos gobiernos han aprobado controles extremadamente
estrictos de precios y salarios a consecuencia de la hiperinflación, lo
que es, en efecto, un forma forzada de ahorro.
Modelos de hiperinflación [editar]
Al ser la hiperinflación visible como un efecto monetario, los
modelos de hiperinflación se centran en la demanda de dinero. Los
economistas ven tanto un rápido aumento en el suministro de dinero como
un aumento en la velocidad de intercambio del dinero si la inflación no
se para. Cualquiera de estas dos, o ambas, son las causas últimas de
inflación e hiperinflación. Un aumento dramático en la velocidad de
intercambio del dinero como la causa de hiperinflación es central al
modelo de hiperinflación de "crisis de confianza", donde la prima de
riesgo que los vendedores demandan por el papel moneda sobre el valor
nominal aumenta rápidamente. La segunda teoría es que hay un aumento
radical en la cantidad de medio de cambio en circulación, que puede ser
denominado el "modelo monetario" de hiperinflación. En los dos modelos,
el segundo efecto se deriva del primero: poca confianza que fuerza un
aumento en el suministro de dinero, o demasiado dinero que destruye la
confianza.
En el modelo de crisis de confianza, un evento, o serie de eventos,
tal como una derrota militar o un pánico sobre las existencias de la
materia que respalda una moneda, elimina la creencia de que la
autoridad emisora de dinero, tanto un banco como un estado, se
mantendrá solvente. La gente prefiere gastar a conservar billetes que
pueden perder todo su valor. Los vendedores, dándose cuenta de que
existe un riesgo mayor sobre la moneda, demandan una prima cada vez
mayor sobre el valor original. De acuerdo con este modelo, la forma de
acabar con la hiperinflación es cambiar el respaldo de la moneda,
frecuentemente emitiendo una completamente nueva. La guerra es una
causa común frecuentemente citada de crisis de confianza,
particularmente una derrota militar, como ocurrió en la Viena napoleónica;
otra es la fuga de capital, a veces debido a un "contagio". De acuerdo
con esta perspectiva, el aumento en el medio en circulación es el
resultado de un gobierno que está tratando de comprar tiempo sin tratar
la causa última de la propia pérdida de confianza.
En el modelo monetario, la hiperinflación es un ciclo de
realimentación positivo de expansión monetaria rápida. Tiene la misma
causa que otros tipos de inflación: las instituciones emisoras de
dinero, centrales o no, producen moneda para pagar una espiral de
gastos, con frecuencia debido a una política fiscal
descuidada, o a gastos militares en aumento. Cuando los vendedores
perciben que la entidad emisora se ha comprometido a una política de
rápida expansión monetaria, suben los precios para cubrir la caída
esperada del valor del dinero. La entidad emisora debe entonces
acelerar su expansión para cubrir esos precios, lo que reduce el valor
de la moneda de forma más rápida. De acuerdo con este modelo la entidad
emisora no puede prevalecer y la única solución es parar abruptamente
la expansión de la moneda. Desafortunadamente, el fin de la expansión
puede causar un severo trauma financiero a aquellos que usaban la
moneda al ajustarse las expectativas de forma repentina. Esta política,
combinada con reducciones de pensiones, salarios y gastos
gubernamentales, formaban parte del consenso de Washington de los años 90.
Hiperinflación en América Latina y Africa de la década de los 1970-1980 [editar]
La hiperinflación en Latinoamérica nunca ha alcanzado esas tasas
extremas, pero ha resultado ser más perdurable. La tasa media de
inflación anual durante el período 1972-1987 fue del:
- 100.000% para Zimbabwe
- 166% para Brasil
- 257% para Argentina
- 602% para Bolivia
- 802% para Chile
- 3710% para México
- 2789% para el Perú
No fueron las propuestas estructuralistas sino las clásicas
(restricción monetaria y contención del gasto público) las que
consiguieron dominar la hiperinflación, aunque con consecuencias
difíciles para la población de esos países. De hecho, como consecuencia
de algunas políticas antiinflacionistas excesivamente rígidas, a
finales de los años ochenta se llegaron a producir en varios países
latinoamericanos (Argentina y Perú,
entre otros) motines espontáneos con asalto de muchedumbres procedentes
de los barrios más pobres a tiendas de alimentación. La cultura popular
en México atribuye la derrota del Partido Revolucionario Instutucional (PRI)
en las elecciones del año 2000 en parte a las malas políticas
presidenciales ante la inflación y devaluación que azotaron ese país en
1994 bajo la presidencia de Ernesto Zedillo Ponce de León.
Hiperinflación durante la I y la II Guerra Mundial [editar]
Después de la I Guerra Mundial, que causó el caos en la economía
mundial, se llegó a un acuerdo por el que se obligó a los vencidos a
indemnizar a los vencedores. Esta fue una de las causas de la
hiperinflación en Alemania que alcanzó la cifra de 1.000.000.000.000%
en 1923 durante la República de Weimar.
El efecto Olivera-Tanzi [editar]
La inflación también afecta el valor real de la recaudación
tributaria cuando hay rezagos significativos en la recolección de
impuestos. El problema es que la obligación se define en una
determinada fecha, pero el pago se hace después. En muchos países no
existe un mecanismo que conserve el valor real de la obligación
tributaria durante el rezago. En consecuencia, un aumento de la tasa de
inflación durante este periodo reduce el valor real de la recaudación
tributaria. Este fenómeno se conoce como el efecto Olivera-Tanzi y
puede convertirse en un círculo vicioso. El aumento del déficit fiscal
provoca un alza en la inflación, la que a su vez reduce el valor de la
recaudación tributaria; la reducción de esta última aumenta el déficit
fiscal, y así sucesivamente. Este proceso puede producir
desestabilización. De hecho, contribuyó de manera importante en muchos
de los casos de altas tasas de inflación experimentadas por los países
en desarrollo durante los años ochenta.
Referencias [editar]
- ↑ Phillip Cagan, The Monetary Dynamics of Hyperinflation, in Milton Friedman (editor), "Studies in the Quantity Theory of Money", Chicago, University of Chicago Press (1956).
- ↑ El Rincón del Vago, [html.rincondelvago.com/normas-internacionales-de-contabilidad.html Normas Internacionales de Contabilidad]
- ↑ Hyperinflation: causes, cures
Bernard Mufute, 2003-10-02, 'Hyperinflation has its root cause in money
growth, which is not supported by growth in the output of goods and
services. Usually the excessive money supply growth is caused by
financing of the government budget deficit through the printing of
money.'
Entonces, en la argentina de hoy, no cabe otra que considerarnos en hiperinflacion y actuar!!!!