Para los políticos que ejercen la conducción de nuestro País en nuestro nombre y representación, conforme lo dispone la Constitución de la Nación Argentina, en cualquiera de los poderes; niveles o funciones de dicha conducción, se les debe exigir la coherencia de valores y principios hechos público y la infaltable condición de ética ciudadana en todos los momentos de su gestión. Si yo permanezco formando parte de una administración a la que ingresé voluntariamente, conociendo que se estan cometiendo hechos de corrupción o, al menos, sospechados de corrupción, MIS PROPIOS PRINCIPIO Y VALORES Y MI PROPIA ÉTICA, me deben obligar a su denuncia inmediata. NO HACERLO ME HACE CÓMPLICE y en un delito como el de falsificación de medicamentos DE UN DELITO DE LESA HUMANIDAD, ya que su administración conduce a la muerte. Contar la película después, no tiene mérito alguno.'POR QUÉ LOS ARGENTINOS NO VEMOS UNA SALIDA?'
Nuevo Cacerolazo